Permacultura: la sostenibilidad como forma de vida | ECOagricultor

Permacultura: la sostenibilidad como forma de vida

Publicado en Blog, Huerto ecológico, Iniciación al huerto | 1 comentario »

permacultura

 

Si la naturaleza sabe sostenerse a sí misma, ¿por qué luchar contra sus enseñanzas? La permacultura propone un acercamiento a lo que sabemos que ya funciona en los ecosistemas naturales y aplicarlos en nuestros propios ecosistemas sociales y agrícolas.

¿Te preguntas en qué consiste esto? En esta pequeña guía para principiantes de la permacultura te aclaramos los fundamentos.

 

¿Qué es la permacultura?

Aunque la base de la permacultura está en la agricultura ecológica, la verdad es que esta forma de vida, filosofía o visión va mucho más allá. Afecta a las relaciones comunitarias, a la arquitectura, la economía, loa procesos productivos, la gestión de recursos y las energías renovables, entre otros.

En realidad, se puede decir que trata de todos los aspectos de la vida, pero aplicados y pensados con el filtro de la sostenibilidad.

Entonces, ¿qué es la permacultura? La mejor definición de permacultura procede de sus propios fundadores, los australianos Bill Mollison y David Holmgren. Es la filosofía de:

 

Trabajar con la naturaleza, a su favor y con su apoyo

Observar y meditar las acciones antes de iniciarlas

Entender a las plantas y los animales, su posición en el ecosistema y sus interrelaciones

 

Y todo eso, en definitiva, se expresa en un sistema holístico y sostenible en el que todas las partes importan y tienen una función. El beneficio debe ser mutuo y el impacto mínimo o incluso inexistente.

¿Y de qué manera debe hacerse todo eso?

Según esta filosofía, imitando lo que la naturaleza ha hecho durante miles de millones de años. Sus interrelaciones, sus formas, sus criterios… todo eso ha funcionado de manera perfecta mucho antes de que nosotros llegáramos. ¿Tiene sentido llevarle la contraria?

La permacultura dice que no. Que el hábitat humano debe seguir un diseño ecológico consciente. Y es así como se consiguen alimentos y energía limpia sin  dañar al medio ambiente.

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Los 3 principios éticos de la permacultura

Como ves, la definición de permacultura parece un poco genérica. Puede ser muchas cosas a la vez porque, en realidad, no es un concepto cerrado.

La practiques como la practiques, sea como sea tu concepto y tu forma de vida en ella, sí debería cumplir tres principios éticos para ser considerada permacultura.

Esta filosofía se basa en:

 

  • Cuidar la tierra

Agua, suelo y bosques son el sustento de la vida. Si carecemos de esto, carecemos, al final, de todo.

Hay que cuidar la tierra para que esta pueda cuidar de nosotros. ¿De qué manera? Con una vida ecológica y responsable en todas sus facetas.

 

  • Cuidar a las personas

Somos criaturas sociales, empáticas, comunitarias. Vivimos en familias, vecindarios, grupos. Debemos cuidar unos de los otros y eso no solo se refiere al cariño y al cuidado obvio entre familiares y amigos.

También implica un consumo responsable, apoyar a la economía local y cuidar de las necesidades de todos.

 

  • Reparto justo

Hay que actuar pensando en las necesidades presentes y futuras. No solo las de los humanos, sino también las del resto de las especies.

Nadie debe tomar más de lo que necesita, los recursos deben utilizarse de manera racional y procurar la reutilización, recuperación y reciclado de los residuos.

 

¿Tienes todo eso en mente? Entonces, estás dando tus primeros pasos en la permacultura.

 

permacultura niños

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¿Cómo practicar los principios de la permacultura en casa?

Fíjate en los tres principios éticos anteriores. ¿Crees que limitan de alguna manera tu compromiso? La vida consciente y responsable puede ser tanto urbana como rural, en una granja o en un apartamento.

Todos podemos practicar la permacultura.

Aunque, por supuesto, hay niveles.

Puedes mejroar tu vida con una pequeña huerta urbana, o puedes ir más lejos con una finca autosuficiente.

No es lo mismo poner paneles solares en casa, que hacer eso y, además, vivir en una bioconstrucción.

Pero lo que importa es que empieces y hagas un diseño ecológico de tu vida y tu hábitat, incorporando cada vez más elementos de sostenibilidad que cuiden de la tierra y de la gente con miras a cubrir las necesidades de todos, hoy y mañana.

 

Por ejemplo:

  • Reduce la cantidad de residuos que generas
  • Evita los plásticos de un solo uso
  • Haz un consumo responsable de la energía y del agua
  • ¿Puedes tener una fuente de energía sostenible? No lo dudes
  • Reutiliza siempre que puedas y, cuando no sea posible, recicla
  • Cultiva en casa, sea en macetas, terraza, jardín o una finca
  • Interésate, colabora y cuida de tu familia, amigos y vecinos
  • Forma parte de la comunidad
  • Utiliza el transporte público y comparte el transporte privado
  • Valora la vida y obsérvala con respeto y sorpresa
  • Vive sin prisas

 

Nada de todo eso te suena a nuevo, ¿verdad?

Pero ¿y si quieres ir más allá?

Entonces, tendrás que aplicar más y más funciones sostenibles a la ecuación. Eso se hace con el diseño ecológico.

El diseño en la permacultura

Las acciones mencionadas son básicas para una vida más ecológica. Pero la permacultura, en realidad, no se trata solo de introducir cambios, sino de planificarlos, de diseñarlos.

La permacultura es una forma de diseño ecológico. Un plan, un método. Como tal, debe ser meditado y construido a partir de cada caso en concreto, siempre considerando los tres principios éticos.

Por ejemplo, si quisieras practicar la permacultura en una finca rural, entonces tendrás que tener en cuenta las circunstancias geológicas, climáticas, hídricas y del suelo, así como las relaciones del ecosistema de la huerta, los métodos de cultivo, la bioconstrucción, la gestión del agua y los desechos…

Todo tiene su papel y debe diseñarse un plan de actuación. Puede que no tengas una finca, pero tus actuaciones en casa también deberían funcionar de acuerdo a un diseño ecológico.

Por lo tanto, la permacultura puede ser una disciplina muy compleja, pues hay que pensar qué elementos hay que introducir y eliminar, cómo se relacionan entre ellos y qué consecuencias pueden tener.

Además, los ecosistemas no son de piedra ni estancos, evolucionan. Así que el diseño debe cambiar con ellos conforme pasa el tiempo. La práctica de la permacultura es consciente y hay que estar siempre atentos a la nueva información.

Parece complejo, ¿verdad? Tanto la naturaleza como las relaciones humanas lo son. Para hacerlo más fácil, Holmgren, uno de los fundadores de este movimiento, desarrolló doce principios de diseño.

 

diseño permacultura

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Los doce principios del diseño de la permacultura

Estos principios nos sirven de guía a la hora de crear un diseño ecológico o plan de actuación en la práctica de la permacultura.

Te ayudarán a ver en qué posición estás y cómo actuar para mejorar la sostenibilidad de tu forma de vida.

 

1. Observa e interactúa

No tengas prisa para diseñar. Primero, observa y aprende la complejidad de la naturaleza.

2. Capta y almacena energía

Los recursos no renovables deben conservarse y limitar su uso. Busca maneras de conseguirlo.

3. Obtén un rendimiento

Debes poder cubrir tus necesidades hoy, pero siempre mirando a poder cubrir las del futuro.

4. Autorregula y retroalimenta

Comprende el funcionamiento de esos dos principios de la naturaleza y aprende a aplicarlos y aprovecharlos.

5. Usa y valora bien los recursos naturales

Reduce el consumismo y la dependencia material.

6. No produzcas residuos

Reutiliza y reintegra. Deja de utilizar aquello que es contaminante.

7. Diseña observando los patrones y luego mira los detalles

La naturaleza sigue grandes patrones o sistemas. Compréndelos y aplícalos como ejes de tu diseño. Deja que los pequeños detalles se implementen en esos ejes.

8. Integra, no segregues

En la naturaleza todo está integrado e interrelacionado. No expulses elementos: introdúcelos en el sistema para que interactúen en el conjunto.

9. Usa soluciones lentas y pequeñas

Son más manejables, controlables y eficientes que los grandes sistemas.

10. Valora y usa la diversidad

Lo único y solitario es más frágil que lo diverso e interrelacionado.

11. Valora y utiliza aquello que está en el borde

Lo «céntrico» es estable y más pobre. Los «bordes» son dinámicos y ricos. Por ejemplo, el punto de unión de tierra y agua en un ribera.

12. Utiliza y responde al cambio de forma creativa

Los ecosistemas cambian, aprovecha para introducir elementos de manera creativa y nueva, más enriquecedora.

 

¿Te preguntas cómo se lleva a la práctica todo esto? Cada situación tiene sus métodos y sistemas. En este interesante reportaje puedes ver el ejemplo práctico que llevan a cabo en el Instituto de Permacultura Montsant:

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Piensa en tu diseño ecológico

Permacultura es sostenibilidad. Es vivir pensando en hoy y en mañana, sin hacer daño a nadie ni a la naturaleza. Eso puedes hacerlo desde ya mismo, aplicando pequeños cambios en tu vida de manera progresiva.

¿Cómo mejorar la efectividad de tu compromiso? ¿Cómo tener una vida más consciente y saludable? Con un plan. Observa tu vida, mira desde qué posición partes y qué camino debes seguir. Piensa, medita y crea tu diseño ecológico.

 

Un comentario a Permacultura: la sostenibilidad como forma de vida

  1. Estoy iniciando un proyecto agrícola y me gustaría estar muy documentado e informado del sistema de permacultura.

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