Descripción
La cebolla y el ajo tienen en el puerro a un primo elegante, sutil. Mientras que ellos son del día a día, el puerro tiene un aire más especial. Ese toque más dulce y suave lo ha llevado mucas veces a recetas más selectas.
De hecho, el puerro puede ser por sí mismo el ingrediente principal de un plato o una guarnición.
Nos gusta en una elegante vichyssoise, claro que sí. Pero nos enamora esa versión más rústica y de andar por casa que es la deliciosa porrusalda. Un plato calentito donde el aroma delicado del puerro y la melosidad de la patata te hacen desear una sobremesa tranquila y sin prisa.
Porque, en realidad, el puerro es una hortaliza sencilla. Entra en todas las recetas en las que la cebolla tenga sitio.
Hace una base magnífica para un sofrito, para un potaje o para un relleno. Aparece en sopas, salsas y salteados. Y, si es ecológico, lleva a tu plato la vitalidad del sol y el agua fresca y la seguridad de una producción respetuosa con el entorno.
Los beneficios del puerro acompañan a su delicada versatilidad. Ayuda al tránsito intestinal, es diurético y depurativo. Fortalece los huesos y las defensas y tiene efecto antibiótico.
¿Lo llevas a tu cocina?
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