TOPOS: Remedios Ecológicos para Ahuyentar esta Plaga de Huertos y Jardines

Los topos son considerados, junto con los conejos, topillos y ratones de campo, las plagas de mamífeross vertebrados de jardines y huertos. Estos animales pueden convertirse en una molestia, no solo por lo que comen, sino por los hoyos y madrigueras que cavan y las enfermedades que pueden portar y transmitir.

En este post te contamos qué soluciones ecológicas son las más útiles para que las puedas poner en práctica en caso de tener plaga de topos.

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¿Qué son los topos?

Se trata de animales mamíferos subterráneos que pertenecen a la familia Talpidae.

Son pequeños, tienen un peso aproximado de 100 gramos y miden unos 16 cm de largo desde el hocico hasta la cola. El color de su pelo puede variar desde el negro hasta el marrón claro. También hay que destacar sus patas son fuertes (e especial las delanteras) y anchas para cavar fácilmente. El sentido del oído está muy desarrollado y el del olfato también, mientras que el de la vista es el más limitado.

Es bastante común que se den plagas de topos en los huertos y jardines en los que cavan túneles bajo la tierra para acceder a las raíces de las plantas. En el caso de los huertos, pueden alimentarse también de las hortalizas de raíz (zanahorias, rábanos, etc.) y los tubérculos (patatas o papas, boniato, etc.).

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¿Qué hacer ante las primeras señales?

Para seguir un tratamiento eficaz contra las plagas de jardín y huerto, es importante considerar tres pasos esenciales:

1. Identificar la plaga

Como ante cualquier afectación de huerta o el jardín, lo primero es identificar qué tipo de plaga o enfermedad es la que se quiere controlar.

Para reconocer la presencia de topos, las señales principales serán los túneles, toperas y madrigueras (en la imagen de abajo). Dejan montículos de tierra fresca y fina, generalmente en forma de medialuna, sobre la superficie del terreno.

Las especies de topos presentes en la península ibérica son, principalmente, el topo europeo (Talpa europaea) y el topo ibérico (Talpa caeca occidentalis), similares en tamaño y hábitos alimentarios pero, la segunda de ellas, endémica de la península.

Tienen un cuerpo cilíndrico y compacto, con extremidades anteriores mucho más desarrolladas que las posteriores, fuertes y en forma de pala, con uñas aplanadas grandes y fuertes. En total, de la cabeza a la cola, los adultos llegan a medir entre 18 y 30 cm, con un peso de 80 a 120 gramos.

La cola es corta, de 1 a 2 cm, y está cubierta escasamente de pelo, por lo que puede verse allí su piel escamosa. En el resto del cuerpo el pelaje es tupido, generalmente negro, aunque puede tener un matiz pardo azulado.

Los topos están perfectamente adaptados a la vida subterránea, carecen de pabellón auricular y tienen un hocico estrecho, puntiagudo y de tonalidad rosada con vibrisas sensitivas, siendo muy sensibles a las vibraciones en el suelo y a los estímulos auditivos, siendo esto, junto con el desarrollado olfato, lo que les permite cazar su presas y evitar a sus depredadores.

La diferencia principal entre ambas especies está en los ojos. Mientras que en el topo ibérico se encuentran ocultos bajo la piel, en el topo europeo, a pesar de ser muy pequeños, son visibles.

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2. Evaluar el problema

Una vez identificado el tipo de mamífero cuya presencia destaca en el jardín o huerto, es importante determinar si el daño que produce es suficiente como para tratar de controlarlo.

Los topos se alimentan principalmente de lombrices, larvas de insectos, ropalóceros, conchillas, ciempiés, milpiés, grillos, moluscos y otros invertebrados.

Sus galerías se encuentran entre los 5 y los 30 cm de  profundidad, aunque pueden llegar a cavar un poco más profundo, hasta unos 70 cm. Los túneles más superficiales son para la búsqueda de alimento, los más profundos conectan con la madriguera y el sistema de túneles que conecta a su vez con el territorio de otros topos.

Necesitan suelos moderadamente profundos, de tierra húmeda y no demasiado compacta, rica en los alimentos antes mencionados. Por eso, los topos son potentes bioindicadores de la salud de los suelos, ya que son también muy sensibles a contaminantes ambientales y habitan sólo donde hay disponibilidad de alimentos.

Además del empobrecimiento y degradación de los suelos, el ser humano es la principal amenaza del topo, pues lo ha acusado de dañar cultivos y jardines al desarrollar sus galerías, aún cuando, en realidad, su actividad puede resultar beneficiosa.

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Los topos movilizan tierra de capas profundas, promueven la regeneración del suelo y permiten la aireación del terreno, además de eliminar una considerable cantidad de invertebrados que pueden resultar perjudiciales para los cultivos.

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3. Opciones disponibles y aceptables para tratar el problema

Al tratarse de un animal que difícilmente se deja ver, las estrategias para controlar su presencia suelen ser extremadamente agresivas, incluso a riesgo de afectar la seguridad del resto de los habitantes y usuarios del jardín.

Los cebos tóxicos, las trampas y la fumigación no son métodos recomendables, no sólo porque tienen mucha posibilidad de resultar ineficaces, sino porque también son peligrosos para el ser humano en contacto con este espacio y a través de los productos que se extraen de allí para alimentación, incluyendo especias y aromáticas.

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Control Ecológico de Plagas de Topos

Entre las soluciones naturales para mantener a raya a los topos, se pueden contemplar:

1. El método de exclusión

Se trata de evitar el acceso de estos mamíferos a la zona en cuestión. Consiste en colocar una malla de alambre a 60 cm de profundidad alrededor del sector a proteger y que tenga una altura de por lo menos 30 cm por sobre la superficie.

Es un método que resulta efectivo cuando se quiere proteger un huerto o algunas plantas individuales de los topos, y hasta puede resultar efectivo para evitar el acceso de otros animales a ese sector.

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2. Dispositivos ahuyentadores

Los dispositivos auyentadores que se instalan como estacas en el terreno, algunos ultrasónicos, otros vibratorios e incluso los decorativos molinillos de viento.

Las botellas reutilizadas para ejercer vibración han reportado resultados efectivos, siendo una manera casera y sencilla de ahuyentar topos. Son muy fáciles de colocar: en cada topera ubicamos una barra de metal y ponemos encima una botella de vídrio boca abajo. Los topos son muy sensibles a la vibración y la que produce la botella de vídrio en contacto con la barra de hierro les molesta y la evitarán yéndose.

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3. Preparados vegetales

Hay dos preparados que destacan por su efectividad:

• Ajo y cayena: deja macerando  una cucharada rasa de cayena, una cabeza de ajos (sin pelar) en 1 litro de aceite vegetal durante 15 días. Transcurrido este tipo, saca los ajos y añade una cucharada de jabón. Aplica mediante spray en las toperas. ¡Cuidado, este remedio puede ser perjudicial para tus mascotas y los niños!
• Aceite de ricino: prepara una mezcla con 1 parte de aceite de ricino, otra parte igual de agua y añade 2 cucharadas de jabón. Aplica mediante spray en las toperas.

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4. Plantas repelentes

Incluye en el huerto o jardín plantas de las especies:

• Euphorbia Lathyrus, conocida como tártago o hierba topera
• Fritillaria imperialis, conocida como corona imperial
• Incarvillea delavayi, conocida simplemente como incarvillea.

Muy efectivas, plántalas alrededor de los cultivos que quieras proteger. Son un verdadero escudo vegetal contra las plagas de topos y también contra ratones. Quizá sea la solución que mejor funciona a largo plazo.

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5. Depredadores naturales

Lograr las condiciones para la presencia de depredadores naturales es una alternativa eficaz para limitar la abundancia de topos, al mismo tiempo que de musarañas, topillos, conejos, ratones y ratas de campo.

Algunos estudios han revelado que parece existir relación con la rata topera (Arvicola terrestres), las cuales colonizan las galerías excavadas por los topos en lugar de excavar propias, facilitando establecimiento de nuevas colonias.

Los depredadores de la mayoría de las plagas vertebradas de campo son las aves, como el lechuzón y el cárabo, mientras que los zorros, gatos y otros mamíferos, aunque sí logran capturar a los topos, no se los comen debido a que las glándulas epiteliales causan un sabor desagradable.

Para incrementar la presencia de especies como el lechuzón común (Tyto alba), el mochuelo (Athene noctua) o el aguilucho pálido (Circus cyancus), que pueden capturar de 2 a 10 presas por día, se instalan cajas nido en postes de entre 4 y 5 metros de altura, con la entrada orientada al sureste y evitando los vientos dominantes en la zona.

Culebras y comadrejas son también depredadores aliados de la agricultura, en especial en el control de las plagas vertebradas, por lo cual, es importante ayudarles a encontrar la forma de alejarse de la zona de huerta sin matarlas.

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Bibliografía

• “Hablemos de Jardinería. Plagas vertebradas del Jardín”, Cheryl Wilen, asesora del control integrado de plagas, extensión cooperativa de la Universidad de California. 2003
• “Talpa occidentalis, topo ibérico”, Atlas y Libro Rojo de los Mamíferos Terrestres de España.
• “Topo europeo – Talpa europaea Linnaeus, 1758”, Ma. Carmen Hernández. Unidad de Zoología, Departamento de Biología, Universidad Autónoma de Madrid. Enciclopedia de los Vertebrados Españoles, Museo Nacional de Ciencias Naturales. 2016
• “Topo ibérico – Talpa occidentalis Carera, 1907”, Ma. Carmen Hernández. Unidad de Zoología, Departamento de Biología, Universidad Autónoma de Madrid. Enciclopedia de los Vertebrados Españoles, Museo Nacional de Ciencias Naturales. 2016
• “Control biológico de la plaga de topillos”, Carlos Cuéllar Basterrechea, Alfonso Paz Luna y Javier Viñuela Madera. Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat. 2018